Por ahora me siento un boludo importante hablando con una computadora, pero supongo que es normal, que después de un tiempo este romance va a ir tomando otro color. Mientras tanto, sigo acá, tratando de explicarme por qué me habré hecho un blog, sabiendo que su único fin es robarme el cerebro.
Por suerte soy una de esas personas que no le tienen terror al progreso y, aunque pueda fallar en este intento, el solo hecho de probar me hace avanzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario